Editorial

La bella carnicera es, entre otras cosas, fruto del empuje que las nuevas generaciones imprimen a la acción lacaniana. Sigue en acto la política trazada por Jacques Alain Miller en el sentido de que es de vital importancia incorporar decididamente a los jóvenes, con el fin de garantizar la renovación y la continuidad del psicoanálisis mismo.

Presentamos ahora nuestro tercer número, perseveramos pues, ya que, como bien indica Freud, no se puede despertar a los espíritus y salir corriendo después.

El espíritu de La bella carnicera es combativo. Quiere dar a conocer lo que quienes se forman en las canteras de la orientación lacaniana piensan respecto del malvivir en la cultura, y del buen vivir también. Así, varios de los temas que aquí se incluyen invitan a investigar hasta qué punto, y de qué manera, la realidad psíquica es la realidad social.

La bella se incluye entonces en el debate de los temas contemporáneos y convoca a sus lectores a continuar la reflexión iniciada, más allá del grado de acuerdo que se alcance. Lo que cuenta es que algo despierte en cada uno, finalmente, todo lector es un lector de sí mismo, como entendía M. Proust. «Pero lee sobre todo tu propio inconsciente, ese libro con una tirada de un solo ejemplar cuyo texto virtual llevas por todas partes contigo, y en el que está escrito el guión de tu vida, o al menos su rough draft» (Jacques-Alain Miller, Cartas a la opinión ilustrada).

Lo que esta revista te inspire, te concierne.

La directora

1 comentarios:

  Anónimo

23 de junio de 2008, 10:03

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